Un planeta sin polinizadores sería un mundo sin diversidad alimentaria.

 

Las abejas son reconocidas por aportarnos productos como la miel, polen, jalea real, propóleos y su veneno; pero su principal aporte es sus servicios como polinizadores, que es fundamental para la sustentabilidad agrícola, la seguridad alimentaria, la diversidad biológica, la conservación de ecosistemas, y por tanto, la preservación del medio ambiente.Estos pequeños insectos realizan la polinización del 87% de las 352 mil especies de plantas con flor que existen en nuestro planeta; entre ellas se ubica un tercio de las especies de plantas agrícolas.

 

La celebración anual del Día Mundial de las Abejas permite sensibilizar acerca del papel esencial que las abejas y otros polinizadores desempeñan en el mantenimiento de la salud de las personas y del planeta, así como sobre los muchos desafíos que afrontan hoy en día. Esta celebración tiene lugar desde 2018, gracias a los esfuerzos del Gobierno de Eslovenia con el apoyo de Apimondia, que dieron lugar a la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas por la que se declaró el 20 de mayo Día Mundial de las Abejas.

 

En la actualidad, el número de abejas, polinizadores y muchos otros insectos está disminuyendo. El Día supone una oportunidad para que todos ―gobiernos, organizaciones, sociedad civil y ciudadanía interesada― promovamos acciones como que protejan y ayuden a los polinizadores y sus hábitats, incrementen su abundancia, mantengan su diversidad y apoyen a los apicultores y el desarrollo sostenible del sector apícola. Las abejas y la apicultura desempeñan un papel importante en el medio ambiente y la producción agrícola, en el apoyo a los medios de vida rurales, la creación de empleos rurales dignos y la mejora de la seguridad alimentaria y la nutrición.

 

Ahora es el momento de repensar nuestra relación con la naturaleza y los polinizadores y las medidas que podemos tomar para apoyar a estos pequeños pero abnegados trabajadores y los medios de vida de millones de personas que las abejas, a su vez, respaldan.